Tarta Sacher

Separar los 6 huevos, colocar en un cuenco pequeño las yemas y en un cuenco grande las claras.

Precalentar el horno a 170ºC con ventilación arriba y abajo.

Preparar el molde para el bizcocho: engrasar bien la base y las paredes y colocar un disco de papel vegetal en la base para que sea más fácil de desmoldar.

En un cuenco tamizar los 20 g de cacao en polvo y los 120 g de harina. Reservar.

Derretir el chocolate cobertura durante unos 2’ al microondas a potencia media, mezclando en intervalos de 30’’.

Batir las claras de huevo con varillas eléctricas a velocidad máxima durante 3’ o hasta que estén montadas por completo. Reservar.

Colocar en un cuenco grande la mantequilla blanda y el azúcar.

Batir con varillas eléctricas al menos 2’ a velocidad máxima hasta que la mezcla esté cremosa y blanquecina.

Añadir las yemas a la mezcla anterior y batir con varillas 1’ más.

Añadir el chocolate cobertura derretido a la mezcla y volver a mezclar con varillas hasta integrar todos los ingredientes.

Por último, pasarse a una espátula y añadir en forma envolvente la harina y el cacao tamizados, alternando en dos veces con las claras batidas a nieve.

Verter la mezcla en el molde preparado y hornear durante 50’ o hasta que al insertar un palillo, éste salga limpio.

Retirar el bizcocho del horno, dejar enfriar 10’ y desmoldar para dejar enfriar por completo.

Colocar las hojas de gelatina en un cuenco con agua fría y dejar en remojo durante 5’.

Colocar en un cazo pequeño la nata, el agua, el azúcar y el cacao.

Mezclar con varillas y llevar a ebullición sobre fuego bajo.

Retirar la mezcla del fuego y pasar por un tamiz para eliminar posibles grumos.

Añadir las hojas de gelatina escurridas y mezclar.

Dejar enfriar la mezcla hasta que al tacto esté tibia pero no queme.

Es mejor dejar la cobertura en una jarra vertedora, ya que será más fácil a la hora de glasear la tarta.

Cortar el bizcocho por la mitad.

Sobre una de las mitades esparcir la mermelada de albaricoque.

Colocar la otra mitad de bizcocho y cubrir la tarta con la mermelada de albaricoque.

Refrigerar la tarta durante 1 hora.

Colocar la tarta refrigerada sobre una rejilla y bañar con la cobertura de cacao.

Dejar escurrir bien los bordes de la tarta y pasar la tarta al plato para servir.

Llevar a la nevera durante 30’ antes de servir.