Procurar que el agua esté tibia, idealmente a unos 35ºC, esto se puede testear tocando el agua con un dedo, debe sentirse tibia, pero no tiene que quemar.

Colocar la harina y la sal y la levadura en un cuenco grande.

Añadir el agua templada de una vez.

Mezclar todos los ingredientes con espátula hasta que no queden restos de harina seca.

Tapar la masa con un trapo y dejar reposar durante 10’.

Pasar la masa a una superficie lisa y comenzar a amasar durante unos 10’.

La forma de amasar es coger la masa por el lado derecho, darle un golpe suave en la mesa sin soltarla haciendo un giro de 90 º, y enrollarla sobre sí misma.

Hacer este amasado durante un período de 10’, puedes descansar en el medio.

Una vez esté amasada, la masa se volverá lisa y elástica.

Colocar la masa en un cuenco ligeramente aceitado y tapar con un trapo de cocina o papel film.

Dejar fermentar la masa en un lugar cálido (26ºC) durante 2 horas o hasta que haya duplicado su tamaño.

Transcurrido este tiempo, espolvorear la superficie con harina, volcar la masa a la mesa y dividir en dos mitades con la ayuda de un cuchillo o una espátula de panadero.

Si lo deseas, puedes hacer una sola hogaza grande, o dos pequeñas que si eres principiante, serán más fáciles de manipular.

Para formar las hogazas, aplastar un poco una de las mitades de masa con las manos hasta tener una forma rectangular y plegar los lados hacia el centro a modo de “cosido”.

Enrollar la masa sobre sí misma, dejando la unión hacia abajo, hacer lo mismo con la otra mitad para tener dos hogazas de pan.

Colocar las hogazas sobre una bandeja para hornear con papel vegetal y un poco de harina en la superficie.

Tapar las hogazas y dejar fermentar durante  45’ o una hora más en un sitio cálido sin corrientes de aire, hasta que hayan duplicado nuevamente su tamaño y se vean esponjosos.

Mientras tanto, precalentar el horno a 250ºC con calor arriba y abajo.

Si dispones de una bandeja más para hornear, coloca la bandeja vacía en la base del horno.

Cuando los panes hayan terminado de fermentar, hacer dos o tres cortes diagonales con un cuchillo afilado o una cuchilla de panadero.

Verter 1 litro de agua sobre la bandeja caliente del horno, para hacer esto, tomar precauciones porque saldrá mucho vapor caliente, que ayudará a darle una corteza crujiente al pan.

Colocar en la mitad del horno la bandeja con los dos panes y hornear durante 25’, luego reducir la temperatura a 180ºC y hornear 20’ más.

Si el pan se está dorando demasiado, puedes cubrirlo con papel metálico hasta terminar la cocción.

Retirar del horno y dejar enfriar los panes por completo antes de cortar.