Colocar en el cuenco grande la harina, la levadura de panadería y la sal. Mezclar con espátula para distribuir los ingredientes.
Añadir el agua y el aceite de oliva y mezclar todo con espátula hasta tener una masa homogénea pero pegajosa y que no se vean restos de harina visible. Tapar y dejar reposar por 30’.
Transcurridos estos 30’, destapar la masa y mojarse bien las manos con agua para evitar que la masa se nos pegue al tocarla.
Levantar la masa cogiéndola, con las manos húmedas, desde abajo, por el centro, dejando que la parte de adelante y de atrás caigan hacia abajo y volver a apoyarla dejando que la masa se pliegue sobre sí misma. Verás como la masa cambia enseguida de textura
Volver a hacer este movimiento 4 o 5 veces, rotando la masa sobre cada pliegue, hasta que la masa se note más tensa.
Tapar la masa y dejarla reposar durante 30’ más. Verás que la masa se va haciendo cada vez más lisa, elástica y esponjosa.
Volver a hacer el paso anterior de los pliegues, rotando la masa sobre sí misma. Tapar la masa nuevamente y dejar reposar unos 30’.
Una vez transcurridos los segundos 30’, repetir por última vez el paso de los pliegues.
Tapar la masa y dejar fermentar en un lugar cálido (30ºC) durante 2 a 3 horas hasta que la masa duplique su tamaño, o si lo prefieres, puedes taparla y dejarla fermentar en la nevera durante toda la noche.
Preparar la bandeja de horno con papel vegetal en la base, y pincelar abundantemente con aceite de oliva, cubriendo toda la superficie y los bordes
Retirar la masa de la nevera y volcar sobre la base aceitada. Dejar reposar la masa durante 10’ para que se relaje y se atempere.
Mientras tanto, precalentar el horno a 190ºC con ventilador arriba y abajo.
Transcurridos los 10’ de descanso, extender la masa para que llegue a los bordes y dejar fermentar en un lugar cálido hasta que la masa duplique su tamaño y hacer huecos con los dedos por toda la superficie.
Rociar la focaccia con 50 ml de aceite de oliva por toda la superficie.
Añadir las hojas de romero y la sal en escamas.
Hornear la focaccia durante 35’ a 45’, hasta que esté dorada.
Retirar del horno y dejar enfriar 5’ antes de cortar.
Si quieres añadirle pimienta, puedes hacerlo una vez esté fuera del horno para que no se queme.
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