En un cazo, verter el azúcar (4 cucharadas soperas) en el agua (1 cucharada sopera).

Cocinar a fuego lento durante 1-2 minutos hasta obtener un caramelo rubio. 

Repartir el caramelo uniformemente en el molde.

En una taza, disolver los sobres de preparado para flan clásico con un poco de leche y 120 g de azúcar. 

Llevar el resto de la leche en un cazo a ebullición y añadir la mezcla de flan, removiendo sin cesar hasta que vuelva a hervir. Retirar el cazo del fuego. 

Colocar en el fondo del molde, con el caramelo ya frío, una capa de bizcochos, verter un poco de la crema de flan, después otra capa de bizcochos y otra ración de crema de flan, así se van colocando por capas hasta terminar la crema de flan. 

Dejar reposar en la nevera durante 2 horas como mínimo.

Desmoldar los flanes pasando un cuchillo por los laterales y dejando caer sobre una fuente para servir.

Y es que las soletillas (Melindros en Cataluña) siempre triunfan, para mojar en chocolate, como base del Tiramisú, rodeando una tarta Charlota o con el clásico flan de toda la vida que aquí te proponemos.